"Picasso Portraits" está compuesta por más de 75 pinturas del español y se inaugurará el 6 de octubre.
por Rubén Serrano
A través de caricaturas, dibujos y obras que navegan desde el naturalismo hacia el cubismo, la National Portrait Gallery de Londres, Inglaterra, acoge la muestra más extensa en los últimos 20 años de retratos de Pablo Picasso (1881-1973).
La muestra “Picasso Portraits”, organizada por la pinacoteca británica y el Museo Picasso de Barcelona, está compuesta por más de 75 pinturas del malagueño y se inaugurará el 6 de octubre en Londres, desde donde se trasladará a Barcelona para exhibirse a partir del 16 de marzo de 2017.
Esta será la primera exposición que se centra de forma exclusiva en la faceta como retratista de Picasso, después de que hicieran lo propio en 1996 el Museum of Modern Art (MoMA) y el Grand Palais de París.
Desde trabajos con tinta hasta óleos, la profesora de Historia del Arte en la Universidad de Edimburgo Elizabeth Cowling comisaria esta exposición, en la que se podrán contemplar obras maestras propiedad de coleccionistas privados y que nunca habían pisado sueño español e inglés.
Entre las piezas que por fin el público podrá admirar se encuentran el retrato cubista del escritor, coleccionista y marchante de arte alemán Daniel-Henry Kahnweiler (1910) y de la acróbata francesa Nusch Eluard (1938).
El director del Museo Picasso, Bernardo Laniado-Romero, defendió hoy en una rueda de prensa en la National Portrait Gallery la importancia de esta muestra y del trabajo conjunto de ambas pinacotecas.
Para Laniado-Romero, “Picasso no entendía de reglas” y sus obras, que “cuestionan la idea de cómo debería ser un retrato”, permiten descubrir a un artista diferente.
El humor se convierte en el “elemento central” de la muestra, según avanzó el director del museo, gracias a las viñetas y a las caricaturas que el creador trazó para diversas revistas catalanas a principios del siglo XX.
La comisaria de la muestra, Elizabeth Cowling, remarcó la “polaridad” de esta recopilación, que revisa en orden cronológico la evolución creativa del malagueño y combina retratos más clásicos y “naturalistas” con dibujos y autorretratos rápidos, a veces incompletos.
Cowling explicó que decidió prescindir en la muestra de obras como “La mujer que llora” (1937) por no considerarla un retrato, sino una “pintura simbólica” que muestra el “dolor” humano y la desesperación de un momento histórico como la Guerra Civil española.
“El problema que tenemos con Picasso consiste en que sabemos demasiadas cosas de su vida privada y eso puede llevar al reduccionismo. Si consideramos como retrato cualquier obra en la que aparece una mujer, entonces estaríamos limitándolo como artista global”, apuntó.
En su prolífica carrera profesional, el artista plasmó sobre lienzo a sus parejas, razón por la que ahora el público podrá conocer de cerca a las esposas del malagueño, Olga y Jacqueline Picasso, y a algunas de sus parejas más importantes, como Fernande Olivier, Dora Maar o Françoise Gilot.
El pintor se dejaba influir por obras de artistas que admiraba y respetaba como Diego Velázquez, Rembrandt y Paul Cézanne, referentes que marcaron varias de sus piezas.
En “Picasso Portraits”, el espectador cruzará su mirada con “Jacqueline avec une Écharpe Noire” (1954), un retrato de la que fuera su esposa y que contiene diversos elementos, como el predominio del negro, que recuerdan al estilo renacentista de El Greco, por quien el malagueño sentía fascinación.
Según Cowling, el compromiso que sentía Picasso con la pintura y el arte le hizo explorar sus límites y romper las reglas establecidas de los retratos.
Para ello se valió de sus amigos, como el pintor Ángel Fernández de Soto, a quien el artista dibujó manteniendo un encuentro sexual con una mujer.
A parte de esta inusual obra, también se encuentran retratos de la artista francesa de cabaré Sylvia Lopez o de la actriz estadounidense famosa por sus películas de espectáculos acuáticos, Esther Williams.
La muestra reúne las primeras composiciones que realizó cuando tenía entre catorce y dieciséis años, además de otras piezas únicas como “Autorretrato con paleta” (1906), Retrato de Olga Picasso (1923) y Mujer con sombrero (Olga)” (1935).
EFE.